Esta "señora" es concejala de IU en el Ayuntamiento de Vélez-Málaga. Sobran las palabras...
1 comentario:
Anónimo
dijo...
A todos los lectores: En Vélez-Málaga y Torre del Mar hay gente de otra calaña y no somos todos como este mal bicho. Ay, Carmela, Carmela! Qué desagradecido es el animal que muerde la mano que le alimenta! Lo raro no es que los votantes del PP sean unos “desgraciados”. Lo raro es que no les haya llamado algo peor, pero se ve que ha empezado a usar el diccionario que le regalaron en Reyes por no regalarle carbón. Yo no voy a descalificar a los pocos votantes de Izquierda Unida, porque bastante tienen con lo que tienen y porque tengo bastante más educación que usted, pero si tuvieran un poco de sentido común habrán visto que sus palabras son el resultado de una escasa educación. Si es usted la que tiene que arreglar “los desaguisados de gobiernos anteriores”, que Dios nos coja confesados!!! Dice usted que es prudente, pues demuéstrelo pidiendo disculpas a los que se hayan sentido ofendidos por sus descalificaciones. La Derecha no habrá defendido a nadie, pero creo que usted no sólo no defiende a nadie, sino que ataca con su actitud barriobajera a todo el que le quiere quitar la razón. La peor desgracia no es ni no tener dinero ni votar a la Derecha. La peor desgracia es no tener educación y, encima, hacer alarde de no tenerla y hacerlo público. El Partido Popular de Vélez-Málaga llega a la Alcaldía con votos, pero sus asociaciones de conveniencia son los que los quitan de ahí. Ganen ustedes en las urnas y serán los merecedores de gobernar, no que de la única forma que pueden hacerlo es por una moción de censura y sus asociaciones convenidas. Sepa usted que la Derecha que tenemos ahora no es la que usted cree que tenemos. La Derecha del Señor Bonilla no es la Derecha de la España profunda, de dónde usted no debió salir nunca. El Señor Bonilla puede equivocarse en algunos aspectos, pero desde luego tiene bastante más educación que usted. Sin otro particular, Doña Carmela, sólo le pido que no amenace a nadie y que vaya usted a la calle con paraguas por si algún escupitajo le cae.
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A todos los lectores: En Vélez-Málaga y Torre del Mar hay gente de otra calaña y no somos todos como este mal bicho.
Ay, Carmela, Carmela! Qué desagradecido es el animal que muerde la mano que le alimenta!
Lo raro no es que los votantes del PP sean unos “desgraciados”. Lo raro es que no les haya llamado algo peor, pero se ve que ha empezado a usar el diccionario que le regalaron en Reyes por no regalarle carbón.
Yo no voy a descalificar a los pocos votantes de Izquierda Unida, porque bastante tienen con lo que tienen y porque tengo bastante más educación que usted, pero si tuvieran un poco de sentido común habrán visto que sus palabras son el resultado de una escasa educación. Si es usted la que tiene que arreglar “los desaguisados de gobiernos anteriores”, que Dios nos coja confesados!!!
Dice usted que es prudente, pues demuéstrelo pidiendo disculpas a los que se hayan sentido ofendidos por sus descalificaciones. La Derecha no habrá defendido a nadie, pero creo que usted no sólo no defiende a nadie, sino que ataca con su actitud barriobajera a todo el que le quiere quitar la razón.
La peor desgracia no es ni no tener dinero ni votar a la Derecha. La peor desgracia es no tener educación y, encima, hacer alarde de no tenerla y hacerlo público.
El Partido Popular de Vélez-Málaga llega a la Alcaldía con votos, pero sus asociaciones de conveniencia son los que los quitan de ahí. Ganen ustedes en las urnas y serán los merecedores de gobernar, no que de la única forma que pueden hacerlo es por una moción de censura y sus asociaciones convenidas.
Sepa usted que la Derecha que tenemos ahora no es la que usted cree que tenemos. La Derecha del Señor Bonilla no es la Derecha de la España profunda, de dónde usted no debió salir nunca. El Señor Bonilla puede equivocarse en algunos aspectos, pero desde luego tiene bastante más educación que usted.
Sin otro particular, Doña Carmela, sólo le pido que no amenace a nadie y que vaya usted a la calle con paraguas por si algún escupitajo le cae.
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